Carta a una maravillosa mujer

Cada letra, palabra y oración, son la inspiración que me lleva a redactar este humilde artículo. Dedicado a la más grande, fuerte y grandiosa mujer que conozco. Me lo has dado todo y más. Para ti, en tu día, un pequeño regalo, puede que algunos lo consideren poco y nada, pero es una muestra de cariño, esta lectura y todas aquellas las recetas que hago para ti:

Mirando un poco la historia del pasado, nos damos cuenta que han existido fechas importantes, no solo a nivel nacional, a nivel mundial hay infinidades de fechas relevantes. El 12 de marzo es uno de ellos, tal día como hoy pero del año 1977 una historia comenzó a escribirse. Hoy, hace 39 años, nació una gran persona, una gran mujer, nació mi querida madre Anny Cecilia Paredes Rojas. Una de los grandes pilares de apoyo que tengo para alcanzar mis objetivos más cercanos, los más lejos los consolidaré con el enriquecimiento de mi saber con respecto a la gastronomía.
Debe ser hermoso, pero preocupante a la vez cumplir 40 años, no es el caso pero está a un pasito de hacerlo, sobre todo si eres mujer. Pienso que esa etapa es el punto cúspide para el sexo femenino. Hay ciertas contradicciones con respecto a esta cifra. He escuchado que para algunas, dicha edad la considerarían como ‘los nuevos 20’, en cambio otras, piensan cosas como: es el final del ascenso de la vida,  que desde los 40 empiezas a envejecer, que se caen tus senos, te salen arrugas, tus caderas se vuelven aguadas y otra serie de aspectos más extensos. Puedo decir personalmente que la edad no es un impedimento para sentirse viva y con más ánimos que algunas ‘jovencitas’ hoy en día.

Mi perspectiva es: si te sientes hermosa y joven, tengas la edad que tengas, nadie podrá cambiar eso. Mira desde este punto de vista, a mayor edad, mayor experiencia, conocimiento más amplio y diverso.

Madre, has vivido 19 años más que tu primogénito, lo suficiente para aconsejarlo y guiarlo siempre por el camino del bien. El hecho de haber salido embarazada tan jovenfue un gran reto que tú, junto con mi padre, quisiste aceptar. Jamás has dicho un ‘no’ cuando se trata de nosotros (Elias, Rubén y Aranza), siempre apoyándonos, guiándonos y educándonos con tu carácter tan peculiar. Aunque hayas dado a luz tres veces, quiero que sepas que tienes más de tres hijos, mis amigos más cercanos te consideran una madre, sobre todo por esos grandes banquetes que organizabas los sábados o domingos por la mañana después de una noche de rumba.

Hemos pasado por momentos muy trágicos y negativos (gracias a Dios aún podemos compartir todos unidos), sin embargo, los momentos buenos, positivos y cargados de sonrisas han desbordado en nuestra familia de cinco. Gracias por apoyarme, moral y económicamente, acompañarme y entenderme cuando lo requerí. Sé que antes querías con muchas ansias un título de arquitecto y el hecho de saber que un edificio de 40 pisos lo había diseñado el mayor (en cuanto a edad) de tus obras más grandes, luego probaste mi comida y entendiste qué quería para mi futuro...

Dichosos aquellos que puedan gozar de tu presencia y lamentable por aquellos que poseen tu ausencia. Increíble como salen frases bonitas cuando escribes para alguien muy especial. Feliz cumpleaños para ti. Espero que podamos ayudarte a cumplir las metas y proyectos planteados en este nuevo calendario de tu vida. No tenemos ni cómo agradecer todo lo que has hecho por nosotros, sobre todo esos grandes sacrificios y ganas que has puesto en tu vida y la de nosotros, tu hijos.

Por ti, gran mujer que me lee y escucha. Para ti, espléndida madre, que me aconsejas, acompañas y la cual fue mi primera comensal, gracias por estar en los momentos más significativos y en los cuales necesité un pequeño impulso para seguir creciendo como persona y formándome como profesional. Lo repetiré millones de veces, puede que no sea suficiente, gracias por todo. Gracias totales, ‘ma’ como yo suelo decirte.


Recuerda: no dejes que sea tarde para decirle un ‘te amo’ a quien más se lo merece…

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